Cada 29 de enero se celebra el día mundial del rompecabezas, se cree que el origen de este juego está en el año 1766, su autor, un cartógrafo y grabador británico llamado John Spilsbury, recortó un mapa montado sobre una lámina de madera siguiendo el contorno de cada país, de forma que pudiera montarse y desmontarse para que los niños pudieran utilizarlo para aprender geografía mientras jugaban, éste es el mapa más antiguo del que se tiene constancia.
Algunas colecciones de puzles antiguos representan verdaderas joyas, abren una ventana a la cotidianidad de aquellos tiempos, y nos muestran como comenzaron a formar parte de nuestras vidas, en sus orígenes los puzles y muchos otros juguetes eran considerados bienes de lujo y solo la nobleza y la alta burguesía podían acceder a ellos, el cuadro de Goya del infante Don Luis representa la primera referencia gráfica de un puzle que existe en España, fue pintado en el año 1783.

Goya. Don Luis María de Borbón y Villabriga. 1783. Museo de Zaragoza
Hoy en día los puzles siguen encandilando a niños y mayores, forman parte de nuestras vidas en ámbitos como el aprendizaje, el ocio, y nos aportan grandes beneficios, los niños pueden beneficiarse de muchas maneras de estos juegos, ayudan a desarrollar la concentración, mejoran la coordinación motora, el razonamiento visual-espacial, la memoria y la habilidad para la resolución de problemas, en los adultos además ayudan a reducir el nivel de estrés, mejoran el estado de ánimo y nos ayudan a prevenir enfermedades como la demencia y el alzhéimer.
Además de ser beneficioso para la salud hacer un puzle supone una gran satisfacción, en el mercado hay una gran variedad de puzles y según el que elijamos puede convertirse en una actividad divertida y relajante para realizar con la familia o con amigos, un desafío, una competición o una obra de arte.